Rumanía en 4 días
Ruta en coche, castillos y ciudades medievales
¿Buscas un destino sorprendente para tu próxima escapada en familia? Rumanía fue uno de esos viajes que no planeábamos… ¡y acabó siendo inolvidable! En esta guía te contamos nuestra experiencia de 4 días recorriendo Rumanía con niños, con consejos prácticos, los mejores lugares para visitar y cómo organizar tu ruta en coche por Transilvania.
Ideal para: familias viajeras, escapadas culturales y amantes de los castillos
Duración: 4 días
Ruta: Bucarest – Brasov – Castillo de Bran – Castillo de Sinaia – Bucarest
Cogimos un vuelo con Wizzair desde Santander a Bucarest. A la llegada, recogimos nuestro coche de alquiler en el aeropuerto (muy recomendable para moverse por el país con flexibilidad). Lo reservamos en Booking con Rentalcars (empresa de alquiler: Klasswagen). Y nos dirigimos a Brasov. Desde el aeropuerto hay mas o menos unas 3 horas de trayecto (153 km).
Día 1: Qué ver en Brasov
Brasov es una ciudad medieval, acogedora y con mucho que ofrecer para grandes y pequeños.
Plan de un día en Brasov:
- Plaza Sfatului: centro neurálgico lleno de vida.
- Iglesia Negra: emblemática por su color oscuro.
- Strada Sforii: una de las calles más estrechas de Europa, ¡diversión asegurada!
- Subida al Monte Tampa: puedes ir en teleférico o andando. Las vistas valen mucho la pena.
Nos tocó un día lluvioso, así que no pudimos visitar la ciudad tal y como habíamos planeado. Pero aún así, nos gustó mucho todo lo que pudimos ver.
Dónde dormir en Brasov: elegimos un alojamiento familiar en el centro de la ciudad. Para nosotros también era importante tener parking gratis cerca del apartamento.
Nos alojamos una noche por 40,18 EUR en:
DIAC APARTMENT CENTER BRASOV
Strada Doctor Toma Ionescu 19, 500073 Brasov, Rumanía
Día 2: Castillo de Bran, Castillo de Peles y regreso a Bucarest
Visitamos el famoso Castillo de Bran, también conocido como el castillo de Drácula. Se llama así por su asociación con la leyenda del famoso vampiro creado por Bram Stoker.
Sin embargo, esta conexión parece ser mas un gancho turístico que una realidad histórica. Aquí te explico por qué se le dio ese nombre:
- La novela de Bram Stoker: En Drácula (1897), el escritor irlandés describe un castillo que se parece al Castillo de Bran.
- Vlad el Empalador (Vlad Tepes): Este príncipe valaco del siglo XV fue la inspiración histórica de Drácula. Era conocido por su crueldad, y su apodo ‘Drácula’. Aunque Vlad III luchó en la región de Transilvania, no hay evidencia sólida de que visitara el Castillo de Bran.
- Razones turísticas: En el siglo XX, especialmente después del éxito de películas y libros sobre Drácula, vieron una oportunidad maravillosa. Como el Castillo de Bran es imponente, gótico y esta en la frontera de Valaquia y Transilvania, se convirtió en el castillo ideal para ser llamado ‘el Castillo de Drácula’.
Así que el nombre es más una mezcla de mito y misterio que de historia real. Pero eso no lo quita lo fascinante ¿verdad?
¿Vale la pena el Castillo de Bran con niños?
Sí, a mis hijos fue la visita que más les gustó. Aunque prepárate para subir muchas escaleras y pasillos algo estrechos. El entorno es muy bonito, y fuera del castillo hay un mercado local donde puedes comprar souvenirs y probar dulces típicos.
Se puede aparcar mas o menos cerca del castillo. Todos los lugares para aparcar son de pago, aproximadamente unos 3 euros la hora.
El castillo esta situado sobre una roca a más de 200 metros de altura, es de época medieval pero perfectamente conservado.
Horarios:
- Lunes 12:00 – 16:00h
- Martes – Domingo: 9:00 – 16:00h
- Última entrada a las 16:00h
Precio:
- Adultos: 55Lei (aprox. 11 EUR)
- Niños edad 7+: 15Lei (aprox. 3 EUR)
A 50 km se encuentra Sinaia, una pequeña ciudad de montaña famosa por el Castillo de Peleș. Este castillo es considerado uno de los más bonitos de Europa.
Qué hacer en Sinaia:
- Castillo de Peleș
- Visitar los jardines y exteriores del Castillo
- Conocer el Monasterio de Sinaia.
El Castillo de Peleș esta escondido entre montañas y bosque. El lugar parece sacado de un cuento de hadas. El acceso al castillo se hace a pie desde el parking, es un paseo de aproximadamente unos 15-20 minutos.
Horarios y entradas:
- Miércoles 10:00 – 17:00h
- Jueves a Domingo 09:15 – 17:00h
- Última entrada a las 16:15h
- Basic Tour – Adultos: 50Lei y Niños 12,50Lei
- Hay visitas guiadas en inglés y algunas salas se pueden recorrer por libre.
Lo que más nos gustó:
- Las armaduras y vitrales.
- La sala de música con instrumentos antiguos.
- El ambiente misterioso del entorno.
Desde allí, volvimos a Bucarest para seguir con nuestra ruta en Rumanía. Nos alojamos 3 noches por 165,79 EUR en:
CISMIGIU PARK CENTRAL TOWN APARTMENT
Strada Popa Tatu 31, Bucaresti 010802, Rumanía
Este apartamento también tiene parking gratis en la misma calle o alrededores y está cerca del centro.
Al llegar a Bucarest decidimos salir a cenar. Elegimos el restaurante Hanu’Lui Manuc, uno de los emblemáticos de la ciudad .Este lugar no es sólo un restaurante, si no también una joya histórica: se trata de una antigua posada del siglo XIX, perfectamente conservada, con un gran patio interior.
Nos encantó su decoración rústica y el ambiente acogedor. Pedimos platos típicos rumanos como sarmale (rollitos de col rellenos) con polenta y carne. Pero lo mejor de la noche fue el espectáculo de bailes tradicionales rumanos, con trajes coloridos, música en vivo y coreografías que captaron la atención de los niños. Fue una forma perfecta para empezar nuestra estancia en Bucarest.
Día 3 y 4: Qué ver en Bucarest
Bucarest es una ciudad de contrastes: grandes avenidas, historia comunista, rincones modernos y mucha vida.
• Parque Herăstrău (actualmente Parcul Regele Mihai I): un gran parque con lagos, barcas y zonas de juego. Bucarest tiene muchos parques grandes para niños.
• Centro histórico (Lipscani): zona peatonal, edificios históricos y muchas opciones para comer o tomar algo.
• Palacio del Parlamento: el segundo edificio administrativo más grande del mundo. ¡impresiona!
El primer día en Bucarest, decidimos empezar a conocer la ciudad de una forma que nunca falla: ¡con un free tour! Nosotros elegimos el de Civitatis, que suele ser garantía de guías bien preparados y datos curiosos.
Descubriendo Bucarest con un free tour
El punto de encuentro fue en la Plaza de la Universidad, desde donde comenzamos un recorrido a pie por el casco antiguo de Bucarest. Durante dos horas y media aprendimos sobre la historia del país, la influencia comunista, las leyendas locales y algunos secretos que solo un guía local puede contarte.
Lo mejor es que fue muy ameno tambien para los niños. Nuestra guía supo captar la atención con anécdotas divertidas y preguntas que los mantuvieron atentos. Caminamos por calles empedradas, vimos la famosa Calae Victoriei, pasamos por la iglesia Stavropoleos y conocimos el Banco Nacional de Rumanía, entre muchos otros sitios.
Un almuerzo digno de caballeros: Restaurante Excalibur
Después del tour, ya con hambre y ganas de descansar un poco, fuimos a comer al Restaurante Excalibur, un lugar que parece sacado de la Edad Media. ¡Y no exageramos!
Este restaurante temático está decorado como un castillo medieval, con armaduras, espadas, escudos, tronos de amdera y hasta música de la época. A los niños les encantó desde que cruzamos la puerta. Pero lo más divertido fue que no se usan cubiertos. Aquí se come con las manos, como en los banquetes medievales, lo cual fue toda una aventura para los peques (y también para nosotros, los adultos).
Pedimos unos cuantos platos para compartir con carne, patatas, pan y verduras servido en bandejas gigantes. Las porciones son muy abundantes y el ambiente es muy animado.
TIP: si viajas con niños o mas gente, te recomendamos reservar mesa con antelación, especialmente si vas en temporada alta o fines de semana. El restaurante es muy popular tanto entre turistas como locales.
Una tarde sensorial en familia
Después de la comida y un pequeño paseo para bajar el banquete, decidimos dedicar la tarde a algo pensado especialmente para los más pequeños. Aunque, siendo sinceros, nos divertimos todos: una visita al Museo de los Sentidos (Museum of Senses).
Este museo interactivo está dentro del centro comercial AFI Cotroceni, y es ideal para pasar un rato diferente en familia. Desde el momento en que entras, te sumerges en un mundo de ilusiones ópticas, efectos sensoriales y salas que juegan con el equilibrio, la perpepción y la gravedad.
Hay una habitación invertida, espejos que distorsionan el cuerpo, túneles giratorios, y muchas experiencias que despiertan la curiosidad y la risa a partes iguales. Los niños estaban fascinados explorando cada rincón, haciendo fotos graciosas y tratando de entender cómo funcionaban los efectos. Lo mejor es que todo se puede tocar, explorar y experimentar.
Fue una forma genial de equilibrar el día: un poco de cultura por la mañana, un almuerzo muy especial, y diversión asegurada por la tarde. ¡Así da gusto viajar en familia!
Cómo llegar al Museo de los Sentidos en metro
Para llegar al Museo de los Sentidos puedes tomar la línea M3 (color rojo) dirección a Preciziei. Hay que bajarse en la estación Politehnica. Desde la estación Politehnica, el museo se encuentra aproximadamente 10 minutos a pie. Cuando salgas de la estación, dirígete hacie el centro comercial AFI Cotroceni, ubicado en el Bulevardul General Vasile Milea 4. El museo está en el primer piso de este centro comercial.
El museo de los Sentidos está abierto todos los días de 10:00 a 22:00 horas, con la última entrada permitida a las 21:15h. Hay una entrada familiar para dos adultos y dos niños que cuesta 140Lei.
Así terminamos nuestro primer día en Bucarest: historia, festín medieval y risas. un comienzo perfecto para nuestra aventura por Rumanía en familia.
Segundo día: visita al Palacio del Parlamento
Nuestro segundo día en Bucarest empezó con una visita muy esperada. Teníamos reservada la entrada para conocer el Palacio del Parlamento, uno de los edificios más impresionantes del país. Esta enorme construcción es nada menos que el segundo edificio administrativo más grande del mundo (sólo superado por el Pentágono).
Habíamos hecho la reserva con antelación, ya que el acceso sólo se permite con visita guiada y es obligatorio presentar el pasaporte o DNI para entrar. Nos reunimos en grupo en la entrada principal, y tras dejar el carrito del niño en una sala y pasar los controles de seguridad, comenzamos el recorrido. Tiene interminables pasillos, escalinatas de mármol, lámparas de cristal enormes y salones decorados con todo tipo de lujos.
Aunque no es el lugar más orientado al público infantil, los niños se sorprendieron con el tamaño de salas y techos altísimos. Es un lugar que no puedes dejar de visitar si vas a Bucarest. El guía fue muy claro y explicó detalles históricos como curiosidades sobre la construcción del edificio y su uso actual.
Horarios de visita
El Palacio del Parlamento está abierto para visitas guiadas en el siguiente horario.
- Lunes a domingo de 9:00 a 17:00h.
Precios de entrada
Los precios aproximados para las visitas guiadas son:
- Adultos: 60Lei
- Estudiantes: 30Lei
- Niños de 7 a 18 años: 20Lei (niños menores de 7 años gratis)
Información adicional
Reservas: es obligatorio reservar la visita con al menos 24 horas de antelación. Sólo se puede hacer llamando a los números +40 733 558 102 o +40 733 558 103. Para más información https://cic.cdep.ro///programe-si-tarife-de-vizitare.php?l=en
Documentación: Es imprescindible presentar un documento de identidad válido para acceder al edificio.
Acceso: La entrada para visitantes se encuentra en la parte norte del edificio, en Bulevardul Natiunile Unite.
Un paseo por el centro y parada obligada en Caru’Cu Bere
Después de la visita, dimos un paseo tranquilo por el centro de Bucarest. Y justo en el medio de la ciudad se encuentra uno de los restaurantes más icónicos de Rumanía: Caru’Cu Bere. Habíamos hecho la reserva unos cuantos días antes, porque es muy popular entre turistas como locales. !Menos mal, porque estaba lleno!
Este restaurante es una auténtica institución en Bucarest, abierto desde 1879. El edificio en sí ya es digno de admiración, con una arquitectura de estilo gótico-renacentista, vitrales de colores, techos altos decorados y un ambiente fantástico. La carta ofrece platos traicionales rumanos como Ciorba de Fasole, sarmale, micis y el postre estrella: Papanasi.
Nosotros pedimos un poco de todo. Cuando terminamos pusieron la música alta y salieron todos los camareros en fila aplaudiendo. ¡Nos encantan estos espectáculos en los restaurantes!
Consejos prácticos para visitar Rumanía:
• Alquiler de coche: fundamental para moverse entre pueblos y castillos.
• Carreteras: en general están bien, pero en zonas de montaña hay muchas curvas.
• Idioma: en las zonas turísticas la mayoría habla inglés, aunque aprender unas palabras en rumano siempre es buena idea.
• Comida: platos abundantes y muy ricos, incluso para paladares infantiles.
Nuestra opinión: ¿recomendaríamos Rumanía para familias?
¡Definitivamente sí! Es un destino diferente, lleno de historia, naturaleza y rincones mágicos. Además, viajar por libre con niños en Rumanía es fácil (y económico).